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Especialistas comparten medidas para proteger el trabajo y la salud de recicladores y recicladoras de base en Latinoamérica

La Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo llevó a cabo un seminario web para evaluar medidas en torno a la situación del sector del reciclaje inclusivo en América Latina y el Caribe, debido a la pandemia de COVID19 desatada a nivel global

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16 de abril, 2020

Mucha información con poca evidencia está circulando sobre qué hacer con los materiales reciclables que se generan en hogares e industrias, debido a las restricciones vigentes en diferentes países, orientadas a frenar los contagios de COVID19. Por una parte, circulan informaciones diversas sobre cuánto tiempo puede permanecer el virus en la superficie de diferentes materiales, así como algunos protocolos improvisados para intentar garantizar la seguridad de recicladoras y recicladores que necesitan mantener su actividad para afrontar sus gastos. Por otra parte, ciudadanos, industrias y Municipios no saben muy bien cómo proceder con el material reciclable en el marco de la pandemia, y esto ha generado un vacío de información que la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo quiere contribuir a llenar, con datos concretos y confiables.

¿Qué pasa con nuestros residuos sólidos y los recicladores/as de base en épocas de pandemia?

Durante el seminario virtual, llevado a cabo el pasado viernes 3 de abril, especialistas de diferentes áreas dialogaron con la periodista científica Ángela Swaford, buscando puntos en común que necesiten ser aclarados. Más de 300 personas escucharon e interactuaron con Silvio Ruiz, Secretario de XXX de la Red Latinoamericana de Recicladores; Alfredo Rhim, Especialista de Residuos Sólidos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); Guillermo González, Funcionario de la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente de Chile; y Florencia Rojas, Coordinadora del Programa de Reciclaje Inclusivo de Fundación Avina en Argentina.

Para el especialista del BID, durante la pandemia se ha detectado una baja en la cantidad de residuos urbanos, pero al mismo tiempo se han complejizado, debido a que hay más residuos domiciliares y más residuos voluminosos. Además, han aumentado los residuos vinculados a la atención de la salud, lo que podría hacer colapsar el sistema de manejo en hospitales, pudiendo llevar a una superposición con el sistema de gestión de residuos urbanos.

Con respecto al sector reciclaje, hay lugares en donde se está sugiriendo no recuperar-recolectar, y al mismo tiempo el mercado de materiales reciclables está siendo afectado. Es un sector esencial desde lo ambiental, pero riesgoso en lo sanitario, aseguró Rhim.

Por su parte, Florencia Rojas, explicó que actualmente a nivel mundial la tendencia está marcada por la suspensión de los programas de reciclaje, priorizando la visión sanitarista de la gestión de residuos, e indicó que esto trae consecuencias de triple impacto. Por un lado, las consecuencias económicas, no solo porque los recicladores de base no generan ingresos porque su trabajo está paralizado, sino también porque la industria del reciclaje se ve frenada. Dijo: “esto provoca un retroceso en el cambio de paradigma que venimos transitando hace algunos años, movernos de una economía línea a una economía circular”. Explicó además que se generan impactos sociales ya que se vuelve hacia atrás en el trabajo realizado de educación ambiental y concientización ciudadana para la la clasificación de residuos en origen, y en la revalorización del rol y aporte de los recicladores de base, finalmente mencionó que el impacto ambiental. Si se cancelan los programas de reciclaje, el futuro estará marcado por un aumento de residuos en rellenos sanitarios y basurales a cielo abierto así como también el riesgo de la instalación de incineradores en la región.

Rojas indicó que “es necesario dar continuidad a los programas de reciclaje inclusivo y al trabajo de recicladores, pero, por supuesto, bajo normas de cuidado, normas de seguridad e higiene para proteger la salud de los recicladores de base y de la población en general”.

Además, compartió una mirada general de la región. Explicó cual es la situación de los programas de reciclaje en los distintos países de Latinoamérica, indicando que hay países en donde el aislamiento social obligatorio estricto impide la actividad de los recicladores como por ejemplo en El Salvador, Ecuador, Costa Rica o Perú. Y existen países en donde las condiciones son más laxas, por ejemplo Argentina, Chile y Colombia, en donde los gobiernos nacionales permiten la actividad de recicladores aunque a nivel municipal en muchos lugares de estos países está prohibida.

Finalmente, Rojas, invita a todos los actores del ecosistema de reciclaje a unirse para pensar soluciones y alternativas que permitan la reactivación de los programas en la región, soluciones que se definan bajo normas de cuidado y que sirvan para incidir en los gobiernos locales. Cierra su presentación diciendo “trabajemos juntos para generar condiciones de salud y cuidado para los recicladores y reactivar los programas de reciclaje inclusivo”.

En su intervención, Guillermo González, manifestó que “en el contexto de esta crisis, la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente de Chile ha buscado distinguir bien claramente lo que tiene que ver con el servicio esencial de recolección de basura, de lo que tiene que ver con el reciclaje. La gran diferencia entre uno y otro es que en lo que tiene que ver con la basura, el operario que está en el camión manipula muy poco el material, más allá de tomar la bolsa. En el caso de los recicladores de base, especialmente, el nivel de manipulación de los materiales es más intensivo, y muchos de esos materiales tienen contacto directo con la saliva, como botellas y latas, y eso nos lleva a tener en cuenta el elemento salud”.

González agregó que otra gran diferencia entre manipular basura y el reciclaje, es que el camión de basura va directo a un relleno sanitario o a un vertedero, mientras que en el caso del reciclaje es una cadena bastante más larga y compleja, donde hay intermediarios y empresas.

El funcionario aclaró que en Chile, el nuevo instructivo para la zona de cuarentena considera a los servicios vinculados al reciclaje como esenciales, por lo que pueden seguir operando. Destacó que el reciclaje industrial, que implica menos manipulación de los materiales, puede funcionar en estas condiciones, aunque es distinto en el caso de los recicladores de base. “Sabemos que muchos recicladores de base van a seguir operando porque no tienen muchas otras posibilidades de ingresos, y estamos coordinando con el Ministerio de Salud para poder aclarar cuáles son los elementos de protección personal que deben ser utilizados”.

González también se refirió a una serie de acciones que están siendo articuladas desde el Ministerio de Medio Ambiente de Chile, considerando que muchos recicladores de base no van a poder seguir trabajando. Entre las acciones, nombró un llamado a la ciudadanía a alterar ciertos hábitos, como la entrega de materiales en Puntos Limpios en las zonas de cuarentena total, y en su lugar, mantenerlos, en la medida de lo posible, limpios y acumulados en los hogares. Además, el Ministerio está buscando reorientar recursos para generar empleos de emergencia para los recicladores de base, para poder apoyarlos económicamente. “Queremos que los recicladores de base sean agentes de educación ambiental, y queremos poner en valor el trabajo que históricamente han venido realizando”.

“Sabemos que hay recicladores de base que van a pasar momentos muy duros, y por eso estamos articulando con el sector privado y la Asociación Nacional de Recicladores de Base la entrega de cajas de alimentos no perecederos”, puntualizó.

“La transformación cultural para avanzar hacia una economía circular, hacia el reciclaje en forma masiva, es un desafío que venía desde antes de la pandemia”, afirmó el funcionario. Destacó que el reciclaje es una actividad muy concreta que la ciudadanía puede hacer día a día para contribuir a medio ambiente más sano. Sumado al desafío de quienes todavía no reciclan, ahora toca explicar a la ciudadanía que sí lo hace que mientras dure la pandemia es necesario adaptarse a tiempos en los que la vida de las personas prevalece.

Silvio Ruiz, en representación de la Red Latinoamericana de Recicladores, señaló que la situación de los recicladores en Centroamérica es especialmente compleja, ya que debido a la fragilidad de su organización, tienen que ir a los vertederos, sin protección especial, tal como lo hacían antes de la Pandemia, excepto en el llamado KM 22, en Guatemala, donde un grupo de 140 recicladores lograron un acuerdo con la autoridad ambiental, para cumplir un horario restringido y utilizar protección especial. El resto de los recicladores permanece en sus viviendas cumpliendo con las situaciones de aislamiento.

Para el representante de los recicladores, en Sudamérica hay diversas situaciones. “En países como Perú, Ecuador, Chile y otros, los recicladores están acatando las órdenes de aislamiento; y en casos como Argentina, Brasil y Colombia, los recicladores, a través de las cooperativas y asociaciones están saliendo a trabajar, partiendo de la comprensión de que el reciclaje forma parte del servicio público de aseo”.

“En Bogotá, los recicladores que realizan las rutas de recolección diferenciada salen a la calle con la mayor protección posible, con protocolo de lavado de manos cada media hora, uso de alcohol en gel. El material reciclable que recolectan queda en cuarentena en el centro de acopio durante cuatro días”, compartió Ruiz.

Destacó que además que en estos momentos el reciclaje es importante porque “la cadena productiva debe seguir funcionando por dos razones básicas: las ciudades necesitan que siga funcionando la salud, el saneamiento básico, la distribución de alimentos, y para ello es necesario que haya envases disponibles. Además, para la producción de elementos de higiene básica. Estos sectores dependen de la cadena de reciclaje para contar con insumos. Los recicladores hemos afrontado este riesgo con la conciencia de que estamos en una situación de emergencia, en la que consideramos que el reciclaje debe funcionar, y sobre todo, que los materiales reciclables que terminen convertidos en basura en un relleno sanitario o vertedero o incineradoras, son materiales que la humanidad no va a volver a recuperar”.

“La presión sobre el planeta, una vez pasada esta crisis, va a ser mayor, por la demanda de materia prima”, afirmó, agregando que “seríamos poco inteligentes si no aceptamos que el reciclaje debe continuar, que los recicladores deben estar protegidos”. Complementó que los recicladores no tienen los medios para proporcionarse las medidas de protección, indicando que para ello debe haber un esfuerzo de los gobiernos, de las industrias, y todos los actores involucrados.

Finalmente, Ruiz compartió dos pasos sencillos que pueden aplicar los ciudadanos para proteger a los recicladores. Primero, separar los residuos reciclables, idealmente limpios y secos, y colocarlos en una bolsa. Por otro lado, colocar en otro recipiente, con identificación, las bolsas de basura que contienen residuos peligrosos, sobre todo si hay una persona contagiada en la casa.

La facilitadora del seminario, la periodista científica Ángela Swaford, destacó la importancia de llevar a cabo campañas públicas en diferentes medios y canales que expliquen con claridad como se lleva a cabo el trabajo del reciclador de base y cómo funciona la industria del reciclaje. Afirmó también que en este contexto es muy importante el rol del periodista científico, que conoce la metodología para llevar adelante un tema complejo, buscando fuentes originales, desactivando fakenews, poniendo la información en contexto.

 

Algunas conclusiones y recomendaciones:

  • Implementar soluciones que permitan la continuidad de la importante función que cumplen las y los recicladores de base, pero aplicando nuevas medidas y protocolos de seguridad, para mitigar el riesgo de contagio del COVID19.
  • Establecer acciones y buscar soluciones en conjunto para no retroceder en los avances realizados respecto de la transición hacia una economía circular, respecto de la educación y conciencia ciudadana por la clasificación en origen
  • Definir normas de cuidado aptas, ante la poca información que existe, eliminando fake news y discriminando entre información científica y opiniones mediáticas
  • Establecer una manual de buenas prácticas y operaciones para recicladores de base que trabajan en calle y en planta

 

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